El pasado 3 de agosto de 2022, el Ministerio de Minas y Energía a través del Decreto 1476 de 2022 (en adelante el “Decreto”) reglamentó los artículos 21 y 23 de la Ley 2099 de 2022 y adicionó el Titulo VII a la Parte 2 del Libro 2 del Decreto 1073 de 2015. El objeto del reciente Decreto fue definir los mecanismos, condiciones e incentivos para promover las distintas actividades relacionadas con el hidrógeno.

El Decreto en primer lugar reconoce al hidrógeno como un vector energético usado para el almacenamiento energético, como combustible o insumo industrial. A partir de ahí, el Decreto define los proyectos de hidrógeno verde y azul como el conjunto de actividades que se desarrollan para la producción, almacenamiento, acondicionamiento, distribución, re-electrificación, investigación o uso final bajo su respectiva clasificación (verde o azul). El Decreto establece que los proyectos de hidrógeno verde podrán utilizar energía eléctrica autogenerada o tomada de la red, la cual debe ser respaldada a través de un contrato bilateral de suministro de energía a partir de FNCER. Mientras que los proyectos de hidrógeno azul deberán contar con un sistema de captura, uso y almacenamiento de carbono.

A su vez, el Decreto le otorgó la facultad al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y al Ministerio de Minas y Energía de definir el umbral máximo de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para que el hidrógeno sea considerado de bajas emisiones y la adopción de un mecanismo público de certificación de origen del hidrógeno producido en el país con el fin de trazar los insumos para su producción y la intensidad de sus emisiones. Sin embargo, el certificado no será requisito para la obtención de los beneficios tributarios establecidos en la Ley 2099 de 2021. Dichos Ministerios también establecerán los lineamientos, requisitos y metodologías para el uso de formaciones geológicas para el almacenamiento de hidrógeno.

El Decreto le otorgó la facultad a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) de realizar los ajustes regulatorios necesarios para el uso de hidrógeno destinado a la prestación de los servicios públicos domiciliarios de energía y gas; y establecer las condiciones para la inyección y transporte de hidrógeno en el sistema nacional de transporte, redes de distribución de gas y poliductos. El Decreto también incluyó al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y al Ministerio de Transporte en la elaboración de lineamientos en relación con los requisitos, procedimientos, condiciones e incentivos para el uso de hidrógeno en el sector transporte. Adicionalmente, el Ministerio de Transporte y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible se encargarán de establecer los requisitos técnicos y de seguridad para el transporte de hidrógeno por carretera. También, le otorgó competencia al Ministerio de Minas y Energía para definir la ubicación, diseño, construcción y otros requisitos que deberán cumplir los interesados en construir infraestructura dedicada al suministro de hidrógeno para uso vehicular. Por último, el Decreto establece que los proyectos de sandbox relacionados con el hidrógeno podrán tener una duración mayor a la establecida en el Decreto 1074 de 2015, siendo la máxima de 24 meses.

El Decreto abre distintas puertas encaminadas a la transición energética, dándole un rol protagónico al hidrogeno. El Decreto involucra distintos Ministerios con el fin de implementar lineamientos para el uso, producción, almacenamiento y distribución del hidrógeno entre otras actividades. Lo anterior implica una planeación institucional coordinada que permita que se desarrollen y promocionen los proyectos de hidrógeno en distintos sectores tales como el de transporte incluyendo el uso vehicular; ciencia y tecnología y servicios públicos domiciliarios.